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| Nombre del proyecto | DISTORSIONES COGNITIVAS Y CONDUCTA AGRESIVA EN ADOLECENTES DE 4TO Y 5TO AÑO DEL NIVEL SECUNDARIO DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS PÚBLICAS DE LA REGIÓN AREQUIPA |
| Resumen ejecutivo | La conducta agresiva integra diversas manifestaciones que pueden derivar en actos destructivos e influir en el deterioro de las relaciones interpersonales. Su problemática merece una investigación rigurosa porque en muchas ocasiones agresión y delito se relacionan, lo cierto es que la agresión es un factor que está implicado en casi todos los delitos desde los leves hasta los delitos violentos (robo agravado, violación sexual de menores y homicidio calificado). En el Perú, precisamente la población de 18 a 24 años (16,2%) constituye la segunda tasa más alta de la población penal, antecediendo a la población de 25 a 29 años (18%) (INPE, 2016); según Raine et al. (2006), la agresión proactiva se asocia en mayor medida con la comisión de crímenes violentos y con rasgos psicopáticos de la personalidad. En la actualidad han aumentado las propuestas para comprender la agresión desde los mecanismos cognitivos distorsionados, estas tendencias de interpretación inexactas pueden originar distintos tipos de psicopatología (Barriga et al. 2000), específicamente pueden ser mediadores de la respuesta agresiva. Las distorsiones cognitivas auto-sirvientes son criminógenas en la medida en que ayudan a proteger un autoconcepto negativo, representan las racionalizaciones pre o post transgresión (Barriga y Gibbs, 1996), neutralizando la empatía y la culpa (Barriga, 2009). Desde un enfoque sistemático y riguroso es necesario identificar las distorsiones cognitivas específicas en la predicción de la conducta agresiva y sus respectivos subtipos. Crick y Dodge (1994) identificaron el sesgo atribucional hostil con altos niveles de agresión, específicamente con la agresión reactiva (Arsenio, 2010). Más recientemente, la distorsión cognitiva auto-sirviente, “asumir lo peor”, fue predictor significativo de la conducta agresiva y antisocial (Barriga et al. 2008; Talino, 2010). Sin embargo, Epkins y Frey (2002) encontraron que asumir lo peor no era significativo en los adolescentes agresivos. Otro estudios, reportaron que la distorsión cognitiva auto-sirviente egocentrismo se relacionó con la conducta agresiva (Frey, 1999), actualmente ha sido relacionado específicamente con la agresión proactiva (Koolen et al. 2012). Rojas (2013), identificó que la distorsión cognitiva “asumir lo peor” se relacionaba con la conducta agresiva proactiva en muestra de adolescentes delincuentes. Como se puede apreciar, los resultados en algunos estudios son divergentes, específicamente sobre la capacidad predictiva del tipo de distorsión cognitiva auto-sirviente, asumir lo peor. Por lo mismo, se hace necesario seguir aportando información que pueda ir especificando el valor y el peso específico de cada una de estas variables sobre la conducta agresiva. Por ello nuestro trabajo de investigación tiene como propuesta central determinar en la población adolescente el tipo de distorsiones cognitivas asociadas específicamente a la conducta agresiva y analizar el valor predictivo de las distorsiones cognitivas auto-sirvientes sobre subtipos de la agresión, para poder contribuir en la implementación de programas de salud mental que se desarrollen para la prevención de conductas antisociales y delictivas en adolescentes, siendo nuestra muestra de estudio estudiantes del 4to y 5to año del nivel secundario de Instituciones Educativas Públicas mixtas de la Región Arequipa, con una muestra probabilística, con la aplicación de los siguientes instrumentos: Cuestionario Como yo pienso (“How I Think”, HIT Barriga y Gibbs, 1996), y Cuestionario de agresión reactiva-proactiva (Reactive-Proactive Aggression Questionnaire, RPQ; Raine et al., 2006). Siendo que los resultados obtenidos en nuestra región podrían contribuir a enriquecer la teoría que sobre el tema se ha desarrollado, así como la réplica en otras Regiones de nuestro país apoyaría en disminuir la conducta delictiva de los jóvenes en nuestro país. |
| Objetivo del proyecto | Conocer el tipo de distorsiones cognitivas relacionadas con la conducta agresiva en adolescentes de Centros Educativos Públicos de la Región de Arequipa. |
| Código del proyecto | |
| Fecha de inicio | 2018-04-23 |
| Duración | 18 |
| Nombre del esquema financiero | Proyectos de Investigación Básica y Aplicada - UNSA |
| Monitor | Cerrado Cerrado Cerrado |
| Entidades participantes | Monto (S/) | Total (S/) | Porcentaje | ||
| Monetario | No monetario | Monetario | No monetario | ||
| Universidad Nacional de San Agustin (UNSA) | 0.00 | 0.00 | 0.00 | 0.00% | 0.00% |
| JOSÉ MIGUEL GALDO JARUFE | 0.00 | 0.00 | 0.00 | 0.00% | 0.00% |
| Palabras clave | 1. Distorsiones cognitivas 2. Conducta agresiva 3. Adolescentes 4. Prevención |
| Justificación del proyecto | La conducta agresiva integra diversas manifestaciones que pueden derivar en actos destructivos e influir en el deterioro de las relaciones interpersonales. En la actualidad se ha propuesto comprender la agresión desde los mecanismos cognitivos distorsionados, estas tendencias de interpretación inexactas pueden originar distintos tipos de psicopatología (Barriga et al. 2000), específicamente pueden ser mediadores de la respuesta agresiva. Al respecto, se han distinguido las distorsiones cognitivas auto-sirvientes como facilitadoras de la conducta agresiva u otra conducta antisocial (Barriga et al. 2008; Beerthuizen y Brugman, 2012, Irle, 2012; Liau et al. 1998; Talino, 2010; Wallinius et al. 2011) particularmente, se ha relacionado con la agresión proactiva (Blout, 2012), agresión reactiva y proactiva (Koolen, 2012; Nas et al. 2008), agresión física (Capuano, 2011; 2007) y agresión social (Capuano, 2011). Las distorsiones cognitivas auto-sirvientes son criminógenas en la medida en que ayudan a proteger un autoconcepto negativo, representan las racionalizaciones pre o post transgresión (Barriga y Gibbs, 1996), neutralizan la empatía y la culpa (Barriga, 2009). Es evidente que estas aproximaciones sobre estas formas de interpretación requieren analizarse desde un enfoque sistemático y riguroso para identificar las distorsiones cognitivas específicas en la predicción de la conducta agresiva y sus respectivos subtipos. Crick y Dodge (1994) identificaron el sesgo atribucional hostil con altos niveles de agresión, específicamente con la agresión reactiva (Arsenio, 2010). Más recientemente, la distorsión cognitiva autosirviente, asumir lo peor fue predictor significativo de la conducta agresiva y antisocial (Barriga et al. 2008; Talino, 2010). Sin embargo, Epkins y Frey (2002) encontraron que asumir lo peor no era significativo en los adolescentes agresivos. Otro estudios, reportaron que la distorsión cognitiva auto-sirviente egocentrismo se relacionó con la conducta agresiva (Frey, 1999), actualmente ha sido relacionado específicamente con la agresión proactiva (Koolen et al. 2012). Como se puede ver, los resultados en algunos estudios son divergentes, específicamente sobre la capacidad predictiva del tipo de distorsión cognitiva auto-sirviente asumir lo peor. A pesar de la complejidad en el ámbito cognitivo de la agresión, se puede señalar que las distorsiones cognitivas auto-sirvientes han sido relacionadas con la conducta agresiva, pero pocos estudios han evaluado directamente las diferencias de género y su influencia en los niveles de distorsiones cognitivas. Algunos estudios examinaron específicamente las distorsiones cognitivas auto-sirvientes con la variable sexo, en ese sentido, Capuano (2007) no encontró diferencias significativas entre varones y mujeres, consecuentemente, Barriga et al. (2001b), consideraban que altos niveles de distorsiones cognitivas auto-sirvientes en ambos géneros representan factores de riesgo de conducta antisocial, sin embargo, Capuano (2011) destaca que los varones pueden exhibir más distorsiones cognitivas auto-sirvientes en comparación a las mujeres. Finalmente, no hay estudios que relacionen variaciones en los tipos de distorsiones cognitivas en función de la edad. Ante la diversidad de los resultados obtenidos, se hace necesario seguiinformación que puedan ir especificando el valor y el peso específico de cada una de estas variables sobre la conducta agresiva, en ese sentido, el presente trabajo, tiene como propuesta central determinar el tipo de distorsiones cognitivas asociadas específicamente a la conducta agresiva y analizar el valor predictivo de las distorsiones cognitivas auto-sirvientes sobre subtipos de la agresión. A continuación se presentan de forma detallada los objetivos específicos, como datos referentes a la metodología y diseños utilizados en la presente investigación. |
| Hipótesis del proyecto | • HIPOTESIS 1: Las distorsiones cognitivas auto-sirvientes serán predictoras significativas de la conducta agresiva proactiva. • HIPOTESIS 2: Los varones presentarán mayores niveles de distorsiones cognitivas auto-sirvientes en comparación con las mujeres; mientras que no se darán diferencias significativas en función de la edad. |
| Resultados esperados del proyecto | La realización de la presente investigación es de interés para la Instituciones públicas y privadas que tengan como finalidad la prevención de la manifestación de actitudes violentas en la sociedad; pues los datos que se recaben servirán para la elaboración de un programa de prevención de conductas agresivas direccionado a estudiantes de secundaria, lo cual es de interés del Ministerio de Educación para que ponga en práctica en las Instituciones Educativas, además de contribuir con los Ministerios del Interior, de la Mujer, y de Salud, pues servirá a reducir los índices delincuenciales en la población joven. |
| Impactos esperados | Los resultados contribuirán a identificar las distorsiones cognitivas que están implicadas en la manifestación de la conducta agresiva en adolescentes, lo cual sentara las bases para la planificación y ejecución de un programa de intervención preventivo a nivel de estudiantes de secundaria, con lo cual se podrían reducir los índices delincuenciales en la población joven de nuestra Región. Además podría convertirse en una experiencia positiva capaz de replicarse en otras regiones del país. |
| Equipo técnico | José Manuel Andreu Rodríguez; Claudia Mercedes Rivera Fernández; Carlos Eduardo Perlacios Cruz; Mitzi Eliette Oporto Arenas; Maria Elena Rojas Zegarra; José Miguel Galdo Jarufe |