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Justificación del proyecto
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En Arequipa, el sector de taxis, compuesto por unas 350 empresas formales, presenta una diversidad significativa en términos de tamaño y capacidad tecnológica. Algunas de estas empresas han logrado adaptarse a las demandas tecnológicas modernas desarrollando aplicativos propios para captar clientes, gestionando flotas que pueden llegar hasta 2000 unidades y cobrando tarifas mensuales de 200 soles por vehículo. Por otro lado, existen empresas más pequeñas con una gestión menos eficiente y tarifas más económicas, lo que refleja una disparidad considerable en la estructura del mercado.
Las empresas de taxi en Arequipa operan bajo un modelo en el que los propietarios de vehículos se afilian mediante un contrato de licencia de marca, permitiéndoles usar la marca de la empresa en sus vehículos a cambio de una cuota mensual. Además de alquilar su marca, estas empresas ofrecen servicios de taxi, incluyendo contratos con grandes corporaciones locales como Yura, Metzo y Cerro Verde, que realizan pagos mensuales mientras que los conductores reciben su pago diariamente. Esto implica que las operaciones diarias dependen de la constante circulación de efectivo y de la capacidad de la empresa para administrar efectivamente estos flujos financieros.
El modelo de negocio predominante en el sector no solo implica que los vehículos cumplan con las normativas del SETARE, sino que también requiere que los conductores sean seleccionados y evaluados por las empresas, asegurando que cumplan con los estándares de calidad y seguridad necesarios. A pesar de estos requisitos, los conductores y propietarios de vehículos enfrentan condiciones laborales desfavorables, con pocos o ningún beneficio adicional como seguros de salud, bonificaciones o participación en las ganancias, lo que indica una falta de responsabilidad social por parte de las empresas hacia sus empleados directos y asociados.
Además, la competencia de aplicativos de transporte como Uber e Indrive, que ofrecen tarifas más bajas sin estar sujetos a las mismas regulaciones locales ni al cumplimiento del SETARE, ha intensificado la presión sobre las empresas de taxis formales. Esta competencia "desleal" ha creado un mercado fragmentado y ha exacerbado la inestabilidad en el sector, poniendo en riesgo tanto la sostenibilidad económica de las empresas formales como la seguridad y la calidad del servicio ofrecido a los clientes.
Necesidades Insatisfechas y Oportunidades No Aprovechadas
Este análisis del sector de taxis en Arequipa destaca varias necesidades críticas y oportunidades:
Necesidad de Regulación y Equidad en la Competencia: Existe una urgente necesidad de actualizar y fortalecer las regulaciones que igualen las condiciones de competencia entre los taxis formales y los servicios basados en aplicativos, asegurando que todos cumplan con las mismas normativas y estándares.
Mejora de las Condiciones Laborales: Hay una clara oportunidad para que las empresas de taxi mejoren las condiciones laborales y los beneficios ofrecidos a los conductores y propietarios, lo cual podría mejorar la retención de personal y la satisfacción del cliente.
Innovación y Responsabilidad Social: Las empresas podrían aprovechar la innovación tecnológica no solo para mejorar la eficiencia operativa sino también para implementar prácticas de responsabilidad social, como programas de educación vial y proyectos comunitarios, que mejoren su imagen pública y contribuyan positivamente a la comunidad.
Adaptación Tecnológica: Desarrollar o mejorar los aplicativos tecnológicos propios podría ayudar a las empresas tradicionales a competir más eficazmente con los nuevos entrantes en el mercado, ofreciendo servicios más convenientes y atractivos para los usuarios modernos.
Estas áreas representan tanto desafíos críticos como oportunidades significativas para el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles en el sector de taxis de Arequipa, promoviendo un entorno más justo, competitivo y socialmente responsable.
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